21 Oct ¿Qué puedes aprender de un fracaso empresarial?
A la hora de afrontar el proceso de concepción, diseño y puesta en marcha de un nuevo proyecto empresarial, no cabe duda de que la posibilidad de que este no se ajuste a tus planes y expectativas siempre estará presente en tus pensamientos.
De hecho, es habitual que esta aversión o miedo al fracaso se convierta en una sombra que nos acompañará durante toda esta etapa de creación de un nuevo negocio, llegando a atenazarnos hasta el punto de condicionar, en mayor o menor medida, el desarrollo de aquellas decisiones que permitirían aprovechar una oportunidad empresarial pero que, a priori, pueden parecernos más innovadoras o arriesgadas.
En este sentido, desde OGE Consultores consideramos necesario hacerte ver que, si bien la posibilidad de fracasar en tu proyecto empresarial siempre estará ahí, estará en tu mano evitar que esto ocurra y, en caso de que suceda, debe ser considerada como un paso más en tu camino hacia el éxito.
De hecho, cada vez son más los gurús del emprendimiento o el coaching empresarial que están promoviendo dejar atrás el término ‘fracaso’, por sus connotaciones negativas y derrotistas, para pasar a hablar en estos casos de ‘no éxito’.
En base a esta idea, hoy queremos proponerte algunas pautas que pueden ayudarte a encarar un fracaso empresarial como una valiosa vía de aprendizaje que te acercará, más pronto que tarde, a alcanzar los objetivos que te propones.
Tu vida personal y empresarial crece a partir de tus experiencias
Solamente si asumimos el fracaso (o no éxito) como una vía más para incrementar nuestros conocimientos y experiencia, y somos capaces de repasar desde una visión constructiva nuestros posibles errores, en lugar de recrearnos en ellos y atormentarnos con lo que pudo ser y no fue, estaremos en la dirección correcta para conseguir alcanzar nuestros objetivos en el siguiente intento.
Detecta las causas que han contribuido a la obtención de unos resultados por debajo de los esperados
Esta revisión, desde una perspectiva positiva, de tus decisiones y actuaciones pasadas, te permitirá identificar los puntos críticos en los que estas puede que no hayan sido las más adecuadas y, sobre todo, qué puedes aprender de ellas.
En este punto, más allá de centrarte en tus actuaciones coyunturales, motivadas por las condiciones del entorno en ese momento concreto, será preciso que te centres principalmente en aquellos aspectos estructurales que han podido lastrar tus resultados.
Toma medidas para subsanar esos errores y eliminar su influencia, o tenerlos presentes en el futuro
Tras todo este trabajo analítico y reflexivo, imprescindible para tu aprendizaje empresarial, será el momento de pasar a la acción, definiendo las posibles soluciones que te llevarán a ‘no tropezar dos veces en la misma piedra’.
En este punto, podrás concretar, de forma individualizada o con la ayuda de asesores profesionales externos, toda una serie de indicadores que te ayudarán a detectar posibles brechas de desempeño en futuros proyectos y, lo que es más importante, adelantarte a sus consecuencias, poniendo en marcha las medidas correctivas necesarias para lograr todo lo que te propones.