Reflexiones

El principal secreto que se esconde detrás del éxito a la hora de emprender un nuevo proyecto emprendedor, o consolidar una empresa en su mercado de actuación, reside, por encima de otros muchos aspectos, en la perseverancia.
Puede que sea cierto que nos haya costado asimilarlo, pero nuestro tejido empresarial cada vez es más consciente de que está expuesto, por las propias características del entorno y del mercado, a la ocurrencia de crisis cíclicas, que afectan cada cierto tiempo a la estabilidad de las empresas en su conjunto con una mayor o menor virulencia, en función de su envergadura y duración.
En la relación habitual con tus clientes, tanto actuales como potenciales, no cabe duda de que uno de los aspectos que suele causar una mayor fricción está relacionado, como no podría ser de otra manera, con el aspecto económico.
En una sociedad como la actual, en la que las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación se han convertido en un elemento básico e irrenunciable en nuestra vida diaria, tanto a nivel personal como profesional, sería una auténtica locura cuestionar la necesidad imperiosa de poner en marcha los pasos esenciales para conseguir la transformación digital de tu negocio.
No cabe duda de que hay mil y una formas de gestionar un negocio. Se podría decir que prácticamente tantas como autónomos y empresas conforman nuestro tejido productivo, ya que cada una de ellas ha establecido libremente su funcionamiento en base a una filosofía, cultura y know how diferente.
A la hora de poner en marcha un nuevo proyecto empresarial, o decidir los pasos a seguir para reorientar los objetivos estratégicos y operativos de tu negocio, será sumamente importante que analices toda la información que se encuentre a tu alcance, y trates de recabar más si es necesario, pero que no te dejes llevar nunca por el pesimismo o el derrotismo.
Estamos seguros de que, en numerosas ocasiones desde el momento en que decidiste emprender tu andadura profesional por cuenta propia, ya sea como trabajador autónomo o poniendo en marcha tu propio negocio, te habrás planteado una y mil veces si el esfuerzo, tiempo y dinero que estás dedicando a esta ‘aventura’ merece realmente la pena.
En el desarrollo de tu trabajo diario, en la gestión de una organización, es totalmente normal que tomes como referencia de tus actuaciones presentes y futuras las buenas prácticas que realizan otras empresas, ya sean o no de tu sector de actividad, tratando de extrapolarlas al funcionamiento de tu negocio, como ya vimos en una anterior publicación dedicada a los beneficios del benchmarking.

Continuando con nuestro repaso a aquellos cuentos populares de los que, con una pizca de análisis y reflexión, se puede extraer un aprendizaje de gran utilidad para su aplicación en el ámbito de la gestión empresarial, hoy queremos centrar nuestra atención en una fábula que...