Reflexiones

En numerosas ocasiones solemos asumir que una de las claves del éxito de un proyecto empresarial reside, entre otros factores, en alcanzar el mayor nivel de crecimiento en la estructura de nuestro negocio, ya que cuanto más grandes seamos mayor será nuestra visibilidad, notoriedad y reconocimiento en nuestro mercado de actuación.
Según un conocido cuento infantil, escrito originalmente en verso por el escritor canario Tomás de Iriarte en sus ‘Fábulas literarias’, un burrito deambulaba de un lado a otro de un prado buscando alguna diversión, vencido por el aburrimiento y sin saber muy bien a qué dedicar su tiempo.
Cuenta una antigua fábula que un fornido leñador, avalado por su fortaleza e implicación, comenzó a realizar su trabajo en un bosque del que un empresario quería extraer la madera de la mejor calidad para la fabricación de sus productos.
Como sabes, desde OGE Consultores decidimos hace unas semanas aprovechar este espacio de comunicación y diálogo para realizar un ejercicio conjunto de reflexión, repasando contigo las enseñanzas que se suelen transmitir a través de los cuentos infantiles, pero aportándoles una visión diferente, es decir, tratando de extraer conclusiones desde una óptica más ‘adulta’ y basada en criterios relacionados con una perspectiva empresarial.
En la gestión de tu negocio, es totalmente normal que, a la hora de abordar el diseño de tu planteamiento estratégico empresarial, tiendas a centrar el foco en todos aquellos instrumentos que pueden ayudarte a incrementar tus ventas, a partir del crecimiento de tu cartera de clientes o de la intensificación del volumen de pedidos que realiza cada uno de tus clientes actuales.
El apalancamiento financiero constituye, sin lugar a dudas, una de las prácticas más habituales en lo que se refiere a las estrategias de financiación del tejido empresarial y productivo en nuestro país.
Cuando decides poner en marcha un proyecto empresarial es lógico que centres todos tus esfuerzos en conseguir crecimiento y consolidación a medio y largo plazo, garantizando así su supervivencia y competitividad dentro de tu sector de actividad.