Desmontando mitos empresariales: La tortuga y la liebre

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Desmontando mitos empresariales: La tortuga y la liebre

Como sabes, desde OGE Consultores decidimos hace unas semanas aprovechar este espacio de comunicación y diálogo para realizar un ejercicio conjunto de reflexión, repasando contigo las enseñanzas que se suelen transmitir a través de los cuentos infantiles, pero aportándoles una visión diferente, es decir, tratando de extraer conclusiones desde una óptica más ‘adulta’ y basada en criterios relacionados con una perspectiva empresarial.

Así, una vez que en nuestra anterior publicación revisamos el conocidísimo Cuento de la Lechera, hoy queremos profundizar contigo en otro relato sumamente popular y del que, como verás, se pueden extraer conclusiones más que interesantes a nivel profesional, como es la Fábula de la Tortuga y la Liebre.

Como recordarás, esta fábula cuenta la historia que una liebre que se vanagloriaba de ser el animal más veloz del bosque, riéndose a menudo de la tortuga por su lentitud y tranquilidad, hasta que un día la tortuga, harta de sus bromas, la retó a una carrera.

Lógicamente, al comienzo de la carrera la liebre consiguió una cómoda ventaja sobre la tortuga, pero, en lugar de finalizar el recorrido, se dedicó a perder el tiempo, burlándose de su rival y saludando al resto de animales que presenciaban la carrera, llegando incluso a quedarse dormida, lo que fue aprovechado por la tortuga para adelantarla y ganar el reto.

Si bien esta fábula de Esopo es de gran utilidad para transmitir a los niños la importancia de evitar compararnos y reírnos de los demás, dejándonos llevar por la autocomplacencia, desde una perspectiva empresarial puede aportarnos unas enseñanzas bastante útiles:

  • El primer aprendizaje que se puede extraer de esta historia reside en la necesidad de comprender la importancia de afrontar cualquier desafío tomando conciencia de nuestras propias capacidades, estableciendo una estrategia que permita nuestra mejor adaptación al entorno en el que desarrollamos nuestra actividad profesional.
  • De igual forma, también será fundamental dedicar una parte de nuestro tiempo a conocer lo más posible a nuestra competencia directa, con el fin de identificar en qué aspectos somos superiores a ellos, para concentrar en ellos nuestra estrategia y posicionamiento en el mercado y conseguir así una diferenciación positiva en la mente de nuestro público objetivo.
  • Asimismo, si tomamos el papel de la liebre, debemos ser conscientes de que no podemos caer en el error de dejarnos llevar por un exceso de confianza y pensar que nuestras capacidades o ventajas competitivas nos garantizarán el éxito, ya que, para alcanzar nuestras metas, el trabajo y el esfuerzo continuo son aspectos irrenunciables.
  • En este sentido, esta fábula debe servirnos para reflexionar sobre la importancia de ser constantes en nuestro trabajo y no desfallecer, ya que, si tenemos claros nuestros objetivos y metas, los acabaremos alcanzando más pronto que tarde.
  • A modo de conclusión, y dejando a un lado el error de cálculo de la liebre, se puede percibir que, en el ámbito empresarial, como en este cuento, no existe una vía o estrategia única para alcanzar el éxito, sino que, más bien, en ocasiones será conveniente comportarnos como una liebre, para aprovechar una oportunidad de mercado o sacar partido a una ventaja competitiva, mientras que en otras será preferible actuar como una tortuga, como a la hora de desarrollar nuestra cartera de clientes, donde deberemos ir trabajando nuestras relaciones con cada uno de ellos poco a poco, a partir de la generación de una confianza y compromiso mutuos a lo largo del tiempo.