Desmontando mitos empresariales: el lobo y el mastín

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Desmontando mitos empresariales: el lobo y el mastín

Estamos seguros de que, en numerosas ocasiones desde el momento en que decidiste emprender tu andadura profesional por cuenta propia, ya sea como trabajador autónomo o poniendo en marcha tu propio negocio, te habrás planteado una y mil veces si el esfuerzo, tiempo y dinero que estás dedicando a esta ‘aventura’ merece realmente la pena.

De hecho, en periodos del año como el que nos encontramos actualmente, en el que se acumula la finalización del ejercicio 2021 con la necesidad de presentar tus declaraciones y resúmenes anuales de IVA e IRPF, esta sensación puede que se incremente aún más.

No obstante, desde OGE Consultores estamos decididos a tratar de elevar tu ánimo en este sentido, trasladándote un tiempo atrás, al mismo momento en el que tomaste esta decisión, a través de un conocido relato de Antoine de La Fontaine, como es la fábula del Lobo y el Mastín.

“Un día, hace ya bastante tiempo, se encontraron en un bosque un lobo bastante delgado, fruto de la falta de alimento en invierno, y un mastín robusto y bien alimentado.

Conscientes de lo desigual de la disputa, en lugar de pelear decidieron entablar una conversación, en la que el mastín invitó al lobo a que dejase su vida nómada y salvaje, para disfrutar de los beneficios y calidad de vida que podría obtener si se dejase amaestrar por el ser humano.

Ante ese ofrecimiento, el lobo estuvo tentado de aceptar la propuesta del mastín y convertirse en un animal doméstico más, hasta que vio el collar que el mastín tenía en el cuello y las rozaduras que este le provocaba cuando se encontraba atado por sus dueños en la finca en la que residía.

Por ese motivo, el lobo dejó sus dudas atrás y, agradeciéndole al mastín su consejo, le confesó que no podía aceptar su invitación, ya que no había nada en este mundo como la posibilidad de sentirse libre y dueño de tus decisiones y tus actos.

Desde aquel día el lobo sigue vagando, solo o en compañía de su manada, por los bosques, con la tranquilidad de que tomó la decisión correcta.”

 

Al igual que en esta fábula, todos y cada uno de los que hemos tomado la decisión de emprender una trayectoria profesional por cuenta propia, con independencia de las motivaciones que nos hayan llevado a ella, somos plenamente conscientes de los riesgos y dificultades que entraña realizar malabarismos día a día, sin la seguridad que nos ofrecería la ‘red’ de formar parte de una empresa como trabajadores por cuenta ajena.

No obstante, como comentamos en una publicación anterior en este blog, en nuestra mano está conseguir que nuestra forma de actuar esté más relacionada con el papel de un bombero, todo el día apagando fuegos, o con el de un director de una orquesta, poniendo todo de nuestra parte para ejecutar a la perfección la mejor de las sinfonías.