15 Oct Importancia estratégica de cuidar del relevo generacional
En el mundo empresarial, y muy especialmente en el ámbito de la empresa familiar, uno de los aspectos que, sin duda, genera una mayor incertidumbre a nivel organizacional y estratégico, reside en el necesario cambio generacional que debe llevarse a cabo una vez que las personas que, con todo su esfuerzo, sudor y renuncias han conseguido convertir ese ‘sueño de juventud’ en una realidad, deciden dejar paso a aquellos que están llamados a tomar las riendas del negocio y continuar con su andadura.
Aunque en el seno de la empresa familiar es más que previsible que las nuevas generaciones hayan aprendido una gran parte de lo que saben de aquellos que les sirvieron como modelo y ejemplo a seguir desde su infancia, es inevitable que, en la práctica totalidad de los casos, haya que enfrentarse a la existencia de un mayor o menor contraste entre el modo en el que las cosas se hacían hasta ahora por la primera generación, y los posibles cambios o reestructuraciones que desea incorporar al negocio la segunda generación.
Este aspecto se está acentuando más aún en un escenario como el actual, en el que no solo es previsible la existencia de este ‘choque generacional’ a nivel de concepción de negocio, sino que también está presente la extraordinaria diferencia en la visión estratégica y comercial de aquellos que contribuyeron al desarrollo y crecimiento de la empresa a través del trato personal, la cercanía y la creación de una red de confianza con proveedores y clientes, y los que desean aportar al negocio una visión mucho más moderna, tecnológica y adaptada a las necesidades de la realidad 2.0.
En este punto, desde OGE Consultores consideramos esencial que el desarrollo de este proceso de relevo generacional se asiente sobre una serie de aspectos o cimientos básicos, para evitar poner en riesgo todo lo que tantos años ha costado construir y mantener en pie con éxito:
- Desarrollo de un proceso ordenado, en el que se lleve a cabo un análisis sosegado de la situación estratégica y comercial actual del negocio familiar, evitando anclarse en posturas irreconciliables entre aquellos que consideran que es mejor no cambiar nada, porque ‘así ha funcionado hasta ahora’, y los que desean entrar como un elefante en una cacharrería para ‘dar un lavado de cara a una empresa que se ha quedado obsoleta’.
- Establecimiento de una planificación estratégica que marque los tiempos y los plazos para ejecutar esta transformación desde lo que el negocio es hasta lo que se quiere que el negocio sea, sin que esto afecte a su estructura básica y al posicionamiento y visibilidad en el mercado que se ha alcanzado a lo largo de estos años.
- Aprovechamiento de las sinergias que se pueden alcanzar a partir de un adecuado consenso entre la experiencia y la base de conocimiento que posee la actual generación y la ambición, las ganas de crecer y la capacitación tecnológica y digital de aquellos que están llamados a dirigirla en un futuro próximo.
- Reflexión sobre la necesidad de contar con un adecuado asesoramiento profesional externo, que sirva de nexo de unión y contrapeso entre ambas concepciones del negocio, para que aporte la necesaria neutralidad y objetividad en la toma de decisiones, y, sobre todo, evite que la posible confrontación generada por el inevitable relevo generacional pueda trascender de lo estrictamente profesional y acabar afectando negativamente a las relaciones personales y familiares.