08 Ene La resiliencia como filosofía de vida a todos los niveles
Desde hace ya varios meses, los contenidos y reflexiones que queremos transmitirte a través de este blog se han visto afectados, por desgracia, por esta realidad que nos rodea, marcada por la crisis sanitaria generada por la pandemia de Covid-19.
Si bien solemos abordar esta problemática desde una perspectiva eminentemente relacionada con la influencia que esta situación inesperada puede tener para tu día a día empresarial, tratando de ofrecerte herramientas para reducir lo más posible sus efectos, no es posible aislar este aspecto de todas las consecuencias que está teniendo en nuestra forma de entender la vida a todos los niveles.
Está claro que tu trabajo, o nuestro trabajo, ocupa una franja importante de nuestra jornada laboral, en ocasiones más de la que desearíamos, pero fuera de ese entorno que podríamos considerar más formal, tanto tú como nosotros estamos unidos a otras personas a las que esta crisis está afectando tanto en lo profesional como, lo que es incluso más importante, a nivel personal o de salud.
Resulta ciertamente desalentador despertarse cada mañana con la repercusión de esta pandemia en nuestro país, así como tener conocimiento de en qué medida impacta esta situación en aquellos que conforman tu círculo cercano, y aun así tener la responsabilidad de abstraerse momentáneamente de todo ello para dar los pasos necesarios para que tu negocio siga adelante.
Ante esta realidad, hoy queremos resaltar la importancia de que te enfrentes a toda esta situación con el mejor mecanismo que puedes emplear ante todo lo que sucede a tu alrededor, tanto a nivel personal como profesional, y que no es otro que la resiliencia.
Tal y como se refleja en nuestro Diccionario de la Lengua, la resiliencia se define como la capacidad de adaptación que tenemos los seres vivos para enfrentarnos a un agente perturbador o un estado o situación adversos, una capacidad que, si bien es sumamente importante en cualquier época de nuestra vida, se ha tornado en esencial en un escenario como el actual.
Actuar con resiliencia no implica, en modo alguno, girar la cabeza para otro lado ni esconderse de la realidad como un avestruz, sino más bien todo lo contrario. Tomar conciencia de todo lo que sucede a nuestro alrededor, tratar de respirar hondo dos o tres veces (o contar hasta diez), y alcanzar el nivel de calma suficiente para encontrar la mejor solución a los retos que nos plantea la vida con los recursos con los que disponemos para ello.
Y a todos los múltiples recursos que estamos seguros que tienes, recuerda siempre que puedes unir nuestra colaboración y acompañamiento en todo aquello que pueda resultarte útil, ya que en los momentos difíciles es cuando lo que toca es arrimar el hombro para solucionar los problemas juntos, sin que nadie se quede atrás.