Gestión empresarial

A lo largo de tu trayectoria profesional y empresarial es normal que, en más de una ocasión, te hayas encontrado ante la posibilidad de desarrollar un nuevo proyecto de forma autónoma o participar, conjuntamente con otros socios colaboradores, en la implementación de una idea de negocio que, a priori, te haya resultado bastante interesante.
En el desarrollo de tu jornada laboral, y más aún cuando ocupas un puesto de cierta responsabilidad en el seno de tu empresa, estarás expuesto, día tras día, a los efectos contraproducentes de una serie de actuaciones, en muchos casos involuntarias o inconscientes, que se pueden considerar como ‘ladrones de tiempo’.
Cuando decides emprender un nuevo proyecto empresarial, o consolidar definitivamente tu negocio actual, debes tener en cuenta que el principal elemento estratégico del que dependerá en gran medida tu éxito estará relacionado con tu capacidad para incrementar tu cartera de clientes.
Si bien es innegable que la finalización de esta Semana Santa deja un cierto regusto amargo, debido principalmente a que todavía nuestra vida se encuentra condicionada en prácticamente todos los ámbitos por el mantenimiento de la alerta provocada por la pandemia de Covid-19, estamos seguros de que habrás contemplado estos días, en mayor o menor medida, como un paréntesis para regresar con energías renovadas a tu actividad empresarial.
Cuando decides poner en marcha un proyecto empresarial es lógico que centres todos tus esfuerzos en conseguir crecimiento y consolidación a medio y largo plazo, garantizando así su supervivencia y competitividad dentro de tu sector de actividad.
El principal objetivo de cualquier autónomo o empresa que desarrolla una actividad comercial reside, como no podría ser de otra manera, en la generación de una cartera de clientes lo suficientemente consolidada como para obtener una adecuada rentabilidad a partir de los márgenes generados por sus ventas.
En una de las habituales reflexiones que solemos publicar en nuestro blog y perfiles en redes sociales incidíamos hace tan solo unos días en la importancia de tener presente, en la gestión diaria de tu negocio, la necesidad de llevar un control lo más exhaustivo posible de las obligaciones fiscales asociadas a tu actividad empresarial, y que se materializan en tu calendario fiscal.