A medida que se va prolongando la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 y su afectación, en mayor o menor medida, sobre la práctica totalidad de sectores, es normal que pensemos que es imposible pensar en crecer en un escenario como el actual.
Cada vez son más las empresas que incorporan, entre los distintos aspectos que configuran su cultura empresarial, una mayor implicación hacia la mejora de su Responsabilidad Social Corporativa.
Puede que sea cierto que nos haya costado asimilarlo, pero nuestro tejido empresarial cada vez es más consciente de que está expuesto, por las propias características del entorno y del mercado, a la ocurrencia de crisis cíclicas, que afectan cada cierto tiempo a la estabilidad de las empresas en su conjunto con una mayor o menor virulencia, en función de su envergadura y duración.
En la relación habitual con tus clientes, tanto actuales como potenciales, no cabe duda de que uno de los aspectos que suele causar una mayor fricción está relacionado, como no podría ser de otra manera, con el aspecto económico.
En una sociedad como la actual, en la que las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación se han convertido en un elemento básico e irrenunciable en nuestra vida diaria, tanto a nivel personal como profesional, sería una auténtica locura cuestionar la necesidad imperiosa de poner en marcha los pasos esenciales para conseguir la transformación digital de tu negocio.
No cabe duda de que hay mil y una formas de gestionar un negocio. Se podría decir que prácticamente tantas como autónomos y empresas conforman nuestro tejido productivo, ya que cada una de ellas ha establecido libremente su funcionamiento en base a una filosofía, cultura y know how diferente.
No cabe duda de que la existencia de fuentes de financiación externa, como son las entidades bancarias, los fondos de inversión o de capital riesgo, o las entidades de capital semilla y business angels, pasa por ser un aspecto esencial para que las empresas puedan abordar sus proyectos con mayores garantías de éxito.
A la hora de poner en marcha un nuevo proyecto empresarial, o decidir los pasos a seguir para reorientar los objetivos estratégicos y operativos de tu negocio, será sumamente importante que analices toda la información que se encuentre a tu alcance, y trates de recabar más si es necesario, pero que no te dejes llevar nunca por el pesimismo o el derrotismo.
Cuando gestionas un negocio, es bastante normal, y hasta lógico, que celebres como un éxito la incorporación de un nuevo cliente, o la detección de un incremento en el volumen de ventas respecto al ejercicio económico (o el trimestre) anterior.
Estamos seguros de que, en numerosas ocasiones desde el momento en que decidiste emprender tu andadura profesional por cuenta propia, ya sea como trabajador autónomo o poniendo en marcha tu propio negocio, te habrás planteado una y mil veces si el esfuerzo, tiempo y dinero que estás dedicando a esta ‘aventura’ merece realmente la pena.
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