Author: Jose Fulgencio Valverde

Una de los principales beneficios que nos aporta el desarrollo tecnológico actual reside, como no podría ser de otra manera, en la posibilidad de acceder a un gran volumen de información relacionada con nuestro ámbito de actuación o vocacional, de gran utilidad para encontrar respuesta a nuestras inquietudes diarias.
Ahora que estamos tan solo a unas horas de la finalización del año 2021 y el comienzo del nuevo año 2022, es muy probable que estén rondando por tu cabeza todos aquellos aspectos que te gustaría cambiar, a nivel empresarial, durante los próximos 365 días.
Como ya te hemos comentado en anteriores publicaciones de este blog, desde OGE Consultores no consideramos, a priori, que el tamaño de tu empresa sea un factor básico e indispensable para poder tener éxito en tu sector de actividad, sino que lo realmente importante es que tomes conciencia de cuáles son tus fortalezas y ventajas competitivas, y que seas capaz de exprimirlas al máximo, para conseguir así alcanzar tus objetivos estratégicos y operativos.
En el desarrollo de tu trabajo diario, en la gestión de una organización, es totalmente normal que tomes como referencia de tus actuaciones presentes y futuras las buenas prácticas que realizan otras empresas, ya sean o no de tu sector de actividad, tratando de extrapolarlas al funcionamiento de tu negocio, como ya vimos en una anterior publicación dedicada a los beneficios del benchmarking.
No cabe duda de que, el hecho de tomar conciencia sobre la necesidad de ir un paso más allá de las decisiones cortoplacistas y urgentes que caracterizan tu día a día, analizando el entorno que te rodea y definiendo los objetivos que quieres alcanzar en los próximos años, es un aspecto esencial para garantizar el crecimiento y consolidación de tu empresa a largo plazo.
Poner en marcha un nuevo proyecto empresarial o consolidar el crecimiento de tu negocio a lo largo de los años implica, como no podría ser de otra manera, la necesidad de tener las ideas muy claras en cuanto a tu situación actual, las metas que quieres alcanzar y, sobre todo, las actuaciones que hay que llevar a cabo a corto, medio y largo plazo para la consecución con éxito de estos objetivos.

Continuando con nuestro repaso a aquellos cuentos populares de los que, con una pizca de análisis y reflexión, se puede extraer un aprendizaje de gran utilidad para su aplicación en el ámbito de la gestión empresarial, hoy queremos centrar nuestra atención en una fábula que...

A la hora de afrontar el proceso de concepción, diseño y puesta en marcha de un nuevo proyecto empresarial, no cabe duda de que la posibilidad de que este no se ajuste a tus planes y expectativas siempre estará presente en tus pensamientos.
En el mundo empresarial, y muy especialmente en el ámbito de la empresa familiar, uno de los aspectos que, sin duda, genera una mayor incertidumbre a nivel organizacional y estratégico, reside en el necesario cambio generacional que debe llevarse a cabo una vez que las personas que, con todo su esfuerzo, sudor y renuncias han conseguido convertir ese ‘sueño de juventud’ en una realidad, deciden dejar paso a aquellos que están llamados a tomar las riendas del negocio y continuar con su andadura.
No cabe duda de que, cuando decides poner en marcha un nuevo proyecto empresarial, durante sus primeras fases de su desarrollo y crecimiento, te verás obligado a asumir personalmente la mayor parte de las tareas relacionadas con su funcionamiento, con el fin de ahorrar costes y reducir así el tiempo necesario para la recuperación de la inversión realizada.