Author: Jose Fulgencio Valverde

Si decides emprender tu trayectoria profesional por cuenta propia, como trabajador autónomo o a través de una pequeña sociedad mercantil, uno de los primeros elementos que, a priori, te parecerán extremadamente atractivos es disponer de una plena libertad para la organización y desarrollo de tu jornada laboral de la forma que estimes más conveniente, sin que tu horario de trabajo esté condicionado a las decisiones arbitrarias de otras personas.
Uno de los aspectos a los que, de una forma inconsciente, solemos prestar una menor atención o, dicho de otro modo, tiene una importancia secundaria en el desarrollo de nuestra jornada de trabajo, está relacionado con la necesidad de reflexionar sobre si realmente alcanzamos la máxima productividad que podríamos tener, a la hora de aprovechar de una forma efectiva nuestro tiempo.
Uno de los elementos esenciales para garantizar, e incluso mejorar, la competitividad de tu negocio reside en tratar de reducir al máximo los costes necesarios para el desarrollo de tu actividad, sin que esto afecte en modo alguno al desarrollo óptimo de tu producción o a la calidad del servicio que ofreces a tus clientes.
Cuando, después de mucho esfuerzo, tu proyecto empresarial comienza a dar sus primeros pasos, en busca de su crecimiento y consolidación en su mercado de referencia, es normal que la necesidad de mostrar una imagen corporativa atractiva y fiable se convierta en uno de tus principales objetivos.
En la gestión empresarial de tu negocio, ese al que has ido dando forma con el paso de los años, desde su puesta en marcha, y que tanto esfuerzo, tiempo y recursos te ha costado consolidar y hacer visible en tu mercado de referencia, siempre estarás expuesto a la ocurrencia de diversas cuestiones que te hagan perder de vista los aspectos esenciales para la consecución de tus objetivos estratégicos.
Una vez que hayas conseguido alcanzar un volumen de negocio que te permita disponer de una mayor estabilidad a nivel profesional, en relación a la capacidad de consolidación y éxito de tu proyecto de negocio, no cabe duda que la mayor parte de tus preocupaciones estarán relacionadas con garantizar el cobro correcto y en plazo de tus ventas o trabajos realizados.
Aunque en la gestión diaria de tu negocio trates de concentrar toda tu atención en aquellos aspectos relacionados con su funcionamiento actual y expectativas de futuro, suele ser normal que, en ocasiones, apartes la mirada inconscientemente de aquella información que, precisamente, te puede ayudar a garantizar su solvencia y estabilidad a medio y largo plazo.

El hecho de gestionar de una manera adecuada los flujos de caja o Cashflow de tu negocio te permitirá administrar correctamente la sucesión de ingresos y gastos que se desarrollan en el funcionamiento normal de tu empresa, tomando así precauciones para evitar problemas financieros relacionados...